jueves, 2 de abril de 2009

Patada en las espinillas… pero con prudencia

Es cierto que todos tenemos mucho barro que tragar como decía Búmburi , pero hay algunos que para poder acusar al resto primero tendrían que mirarse ellos mismos.
Es cierto que algunos dirigentes del Partido Popular están siendo investigados por una supuesta trama de corrupción, pero este partido a diferencia del socialista a la gente imputada la hace dimitir y no la asciende jerárquicamente como el señor Tomás Gómez.
Pero lo más asombroso, es que este señor que va de cumplidor de la ley en los demás y visionario de la paja en el ojo ajeno… y no es capaz de ver la viga en el propio ojo ( que cosas tiene la vida). Este piojo puesto en limpio, ha decidido que la actual sede del PSM que tiene en propiedad no es suficiente para tan ilustre persona y por lo cual ha decidido trasladar la sede del PSM a pleno centro de nuestra capital, en el Palacio de la Prensa nada más ni nada menos. Esto nos puede parecer mejor o peor y si hay algo que no se le puede reprochar es su buen gusto arquitectónico. Pero si hay algo reprochable, que los mismos que se han erigido en defensores de la ley ante los políticos, los mismos que ahora se las van dando de honrados (con el pasado y el presente que tienen) siguen incumpliendo la ley. Pero lo más fuerte es que la incumplen con nocturnidad, comienzan las obras de rehabilitación de su edificio, supuestamente sin licencia de obra, cortan la Gran Vía con nocturnidad para subir materiales.
Como pueden ver, una gente muy legal, una gente con una gran autoridad moral para reclamar a Gallardón que se preocupe más por pedir licencias de obras, una gente que no se que autoridad moral tienen para reclamar el cumplimiento de la ley cuando ellos son los primeros incumplidores.
Solo dejo caer una cosa, primero el cazador sin licencia y ahora el rehabilitador sin licencia. Como ven un claro ejemplo de gente legal.

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