Nunca se puede justificar ningún acto violento contra nadie, frete a la violencia física hay que utilizar las palabras y contra los radicales la condena pública y la ley. Por esta razón quiero condenar la agresión que ha sufrido esta semana el Rector de la Universidad Complutense pero también quiero reflexionar sobre ello y sobre la actitud de este señor.
La reflexión viene a colación de la decisión de expedientar y expulsar a los agresores. Esto, es una medida que hay que aplaudir, es una medida acertada pero es una medida que llega tarde por parte de esta Universidad. Este tipo de agresiones se han venido sucediendo a lo largo de los últimos años y se han ido justificando con aquello de que hay que dejar expresarse libremente a las minorías. Pero los violentos no pueden ni deben tener justificación; son eso violentos y hay que ser intransigente con la violencia. Sobre todo hay que ser intransigente con la violencia de aquellos que viven en libertad y que se pueden expresar libremente.
Pero esto no sucedía en la Universidad Complutense de Madrid , solo hay que darse un paseo por las hemerotecas, por Youtube o por la Facultad de Ciencias Políticas y ver como no se tomó ningún tipo de medida disciplinaria contra las agresiones que sufrieron diversos políticos como Rosa Díez o el señor Piqué cuando visitaron la universidad para exponer sus ideas. No ha sido hasta que la máxima autoridad ha sido víctima de las mismas cuando se ha dado cuenta de que contra la violencia tolerancia cero.
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