Decir esto tras lo visto ayer en la Puerta del Sol puede parecer que es irreal, utópico y desapegado de la actualidad de la calle. Pero no lo es tanto. El 15 M que salió a la calle el 12M no son todos los Españoles, el 15M no representa a la derecha democrática de este país (siempre habrá alguna excepción) y muestra de ello fueron las elecciones autonómicas del año pasado y las últimas elecciones generales del 20N. Hay un gran núcleo de la población que jamás será representado por una asamblea popular, que no está interesado en acercarse a una plaza y que no le ha dado su mandato representativo a un perro flauta, a una persona normal desencantada con el sistema, a un parado desesperado por su situación, a un desahuciado o a un yayo flauta.
Este sector de la población que no se siente representado por el perro flauta, el desahuciado etc. en muchos casos no es porque los desprecie. Simple y llanamente, no participa de este movimiento porque no hay unas normas claras, no hay una seguridad jurídica y no puede erigirse en representación de la Soberanía Nacional, porque nadie se la ha otorgado. Simplemente pueden erigirse en representación de las miles de personas que ayer salieron a la calle y de alguna más que no pudo asistir.
El académico Morlino nos define una democracia de calidad, como aquella que: “presenta una estructura institucional estable que hace posible la libertad e igualdad de los ciudadanos mediante el funcionamiento legítimo y correcto de sus instituciones y mecanismos.”. Por lo tanto, el 15M no es la democracia española, no presenta estructura institucional estable y no hay instituciones legitimadas, ni mecanismos, que permitan la libertad e igualdad de los ciudadanos. Tampoco lo son sus propuestas de romper con la democracia representativa e instaurar una democracia asamblearia.
Queda marcado lo anterior, cuando hay miembros del mismo movimiento que expresan y denuncian lo siguiente: Esta pérdida de inclusividad -, es uno de los grandes fracasos del 15-m, un movimiento ‘de todos’ que primero expulsó a los votantes de opciones conservadoras (tachados sistemáticamente de “fascistas”) y que después se volvió incluso contra los perfiles socialdemócratas, linchados en los círculos del 15-m por su reformismo ‘traidor’http://fabiogandara.wordpress.com/2012/05/10/15-m-un-ano-despues/. De hecho, no es que no los haya elegido nadie, es que se creen con la capacidad de erigirse en voz del pueblo, a la vez que expulsan a sectores del pueblo por no abrazar sus postulados sacro santos.
Está claro que el país necesita un cambio, que hay cosas que no funcionan, que es el momento de la regeneración y de cambiar lo que no funcionaba bien. Pero hay que hacerlo desde las instituciones y no desde las revoluciones, por muy pacíficas que sean estas (si es que al 15 M lo podemos llamar revolución).
Pero, hagámonos una pregunta o unas preguntas: ¿A quién tiene que preocupar esto? ¿A quienes afecta? ¿Qué tipo de españoles son los desencantados de los políticos? Mi primera respuesta sería que a todos, porque se puede producir una fractura social y una descomposición de la paz social y de la legitimidad de la democracia, en un sector de la población y en unas generaciones que no han conocido lo que es vivir bajo un régimen dictatorial. No quiero ver en España de un Amanecer Dorado y una Marine Le Pen de izquierda(o de extrema derecha en respuesta a un miedo por el auge de una izquierda radical). En segundo lugar, creo que afecta directamente a la izquierda española formada por sindicatos mayoritarios y PSOE.
Todos hemos visto como las manifestaciones de los sindicatos no eran capaces de movilizar a un gran número de gente, la Huelga General fue un fracaso (y así lo muestra el CIS), el PSOE perdió las Autonómicas, Municipales y Generales. El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas nos dice que el PP se mantiene a una distancia de 11 puntos en plena vorágine de doloroso ajuste económico. Ya hay voces dentro de los socialistas afirmando que si en otoño seguimos a 11 puntos habrá que preocuparse. Por eso, es lícito preguntarse ¿Son los integrantes del 15 M desencantados del PSOE y la herencia de Zapatero? Yo creo que sí y así lo vengo afirmando durante mucho tiempo.
Esta última reflexión, no es una idea que no se sustente en fundamento alguno. Ya hay datos que te pueden llevar a pensar que una gran parte del 15M se conforma por una izquierda que no encuentra respuestas en la clase política. El Instituto Gater de la Universidad de Castilla-La Mancha realizó un estudio sobre el 15M de hace un año - ese que ahora se conmemora - donde la ideología de sus miembros era un 34% de Izquierda, un 25% de centro izquierda, un 6,5% de Centro Derecha y un 2% de derecha.
Los datos están ahí, las imágenes también, las reivindicaciones, sus postulados en pos del aumento del gasto público, la estatalización de la sociedad y la falsa superioridad moral que los caracteriza. El 15 M un año después es un peligro para la democracia como lo fue en su día. Es un espejismo utópico capaz de anestesiar a una juventud apesadumbrada por el paro, la prima de riesgo y una solución incierta. Pero señores, recordemos quien dirigió el país durante los últimos ocho años, las recetas de gasto, gasto público sin control y miramientos. Esas son las tesis fracasadas, ellos son los responsables de un futuro incierto.